Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
Antes de que salgan nuestras autoridades a festejar una inminente apertura de la
frontera de Estados Unidos al ganado mexicano, el senador Manuel Huerta (sí,
esa piedrota incómoda en el zapato de muchos “morenistas”) aclaró que, aunque
nuestro vecino del norte autorizó una reapertura gradual para el mexicano, a
Veracruz aún no le toca. *** El legislador aclaró que la decisión del Departamento
de Agricultura de Estados Unidos (USDA), permitirá, a partir del lunes 7 de julio, la
entrada de ganado vacuno, bisontes y equinos, pero el proceso comenzará en los
estados del norte, como Sonora y Chihuahua. *** “Ya empezaron los trabajos para
los estados de Sonora y Chihuahua, porque se sigue trabajando en la contención
del gusano barrenador con todas las medidas que logró el secretario de
Agricultura con Estados Unidos, pero además hemos cumplido -en lo que implica
a Chiapas- en el fortalecimiento de la producción de la mosca estéril y los filtros”,
dijo. *** Nadie -ni el propio Manuel Huerta- se aventura a dar cifras del daño
económico que ha significado hasta el momento el cierre de las fronteras de
Estados Unidos a la ganadería mexicana, pero en algún momento se tendrá que
hacer “corte de caja” y se verá el severo impacto que la llegada de esta plaga ha
tenido en los productores mexicanos. *** Para que Veracruz vea su ganado una
vez más en los mercados estadunidenses será necesario que se corte de tajo la
red de corrupción que opera en las carreteras que conectan al sureste mexicano
con el centro del país y que pasan por esta entidad.
Cuitláhuac García dibujó una sonrisa de burla en sus labios, encogió los hombres
y respondió:
- “La idea es sacar la nota ¿Cuánto tiempo le damos para que pongan la prueba?
Necesitan decir algo para estar presentes electoralmente, si es falso o verdad no
importa, lo relevantes es que este ahí su nombre”.
Eran los tiempos en los que Cuitláhuac García era gobernador y estaba “en la
plenitud del pinche poder” (dixit Tío Fide). En su remedo de “mañanera”, los
reporteros lo cuestionaron sobre la denuncia pública que hizo el entonces diputado
local y dirigente estatal del PRI, Marlon Ramírez Marín, por un presunto desvío de
más de mil 500 millones de pesos, del presupuesto de la Secretaría de Salud,
mediante el uso de empresas “fantasma”.
Sabedor de la impunidad que lo blindaba, valiente como pandillero, el gobernador
lanzó el reto: “si tienen las pruebas, que denuncien”.
Y Marlon Ramírez no se dejó arredrar, presentó las denuncias… y no sucedió
nada. El manto de complicidad, el control absoluto de la institución encargada de
procurar justicia, impidieron que esa -como muchas otras denuncias- siguiera su
curso.
Esta semana la Auditoría Superior de la Federación (ASF) mostró que las
“inconsistencias” que detectó en la Cuenta Pública 2023 en la Secretaría de Salud
de Veracruz se replicaron en el 2024.
La gobernadora Rocío Nahle anunció que la Contraloría General del Estado
trabajaba ya en la denuncia penal contra quienes ocuparon los más altos
escalafones en esa dependencia y al día siguiente trascendió que Guadalupe Díaz
del Castillo, la última secretaria de Salud durante la gestión de Cuitláhuac García
promovió un amparo para evitar una posible orden de aprehensión en su contra.
Frente a esto, Marlon Ramírez rompió su “voto de silencio” y reclamó:
“¿Amparo? ¿Y la salud del pueblo veracruzano, quién la ampara? La última
secretaria de Salud del gobierno de Cuitláhuac García ha solicitado un amparo
para evitar ser detenida, justo cuando comienzan a salir a la luz los señalamientos
por el desfalco millonario en Sesver”.
El exdirigente partidista que, según Cuitláhuac García, lo único que pretendía era
“sacar la nota”, hizo un detallado recuento de sus señalamientos:
“Desde hace meses, presenté denuncias ante la ASF y el Congreso local por un
esquema de corrupción que supera los 1,500 millones de pesos, basado en
contratos simulados otorgados a personas físicas, empresas fantasma e incluso
beneficiarios de programas sociales. ¿Y qué hizo el gobierno de Veracruz? Nada”.
Marlon Ramírez fue más allá y advirtió que estaban dejando sola a Rocío Nahle,
como consecuencia de una lealtad mal entendida.
“¿Y qué hacen ahora los diputados y funcionarios de Morena que en su momento
se mostraban incrédulos? No los escucho respaldando a la actual titular del
Ejecutivo estatal. ¿O acaso, como en el gobierno federal, en Veracruz siguen
siendo fieles al anterior gobernante? … o van a callar como momias. Hoy queda
claro que la impunidad no se sostiene sola. Si no hubiéramos documentado y
denunciado este robo con pruebas sólidas, esta red de desvíos seguiría operando
desde la sombra, a costa de medicinas, hospitales y vidas. Veracruz no olvida. Y
la justicia —aunque tarde— debe llegar”.
Marlon Ramírez escribió esas líneas con la convicción de quien sabe que tiene los
pelos de la burra en la mano.
¿Habrá alguien que se atreva hoy a refutarlo?
¿Alguno de los que, en el 2023, lo tachaban de embustero?
¿Qué dirá de todo esto el “primo incómodo”, hoy arropado por el fuero federal e
instalado en una de las sillas de la Comisión de Vigilancia en San Lázaro?
¿Con quién es, hoy, su lealtad?
Epílogo.
Algo muy delicado está sucediendo en el Partido Acción Nacional (PAN). *** En
medio de la crisis que enfrenta la dirigencia estatal, tras su deplorable papel en la
elección municipal, desde la Ciudad de México llegan rumores sobre una nueva
línea de acción que los lleve a mejorar su desempeño en las elecciones
intermedias del 2027. *** Ha trascendido que la dirigencia nacional del PAN ha
tenido ya sus primeros acercamientos con Movimiento Ciudadano (MC), en la
búsqueda del diseño de una alianza electoral. *** No hay todavía muchos detalles
de estos diálogos, pero se sabe que son al más alto nivel y con el ánimo, de las
dos partes, de encontrar puntos de coincidencia por los que pudieran transitar.
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