¿CÓMO ENTRÓ EL GUSANO BARRENADOR?

Jul 10, 2025 | Columnas

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Punto de Vista


Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
La odisea de Ángel Rosas Solano aún no acaba. *** A pesar de no estar
convencido de que fuera la mejor reforma posible para el Poder Judicial, aceptó
las nuevas reglas del juego y compitió por una posición en un tribunal colegiado de
Distrito, en materia mixta. Con todo y sus nulos conocimientos en materia de
proselitismo, recorrió el territorio que le correspondía para convencer a los
ciudadanos de que era una buena opción para la magistratura. *** Lo logró. En su
categoría y en el ámbito de su competencia, fue el que consiguió más votos, pero
eso no ha sido suficiente. *** Cuando estaba en espera de que el INE le entregara
su constancia de mayoría, surgió un trascendido en un periódico de circulación
nacional, en el que se mencionaba que su triunfo sería anulado “porque no cumple
el requisito de calificaciones en la licenciatura y en los posgrados”. *** Sorprendido
por la noticia, acudió ante las instancias electorales con los documentos
necesarios para demostrar que no sólo cumplía con el mínimo de la calificación
que le pedían, sino que -incluso- lo superaba. *** Al final el INE reconoció que
calificaba para el cargo por el que había competido y le dio la constancia de
mayoría. *** Ahí no acabó todo. Dos aspirantes, ambas mujeres, presentaron
recursos de inconformidad, pues alegan que ellas consiguieron más votos que
Ángel Rosas Solano y, argumentando “razones de género” reclaman el lugar que
él se ganó en las urnas. *** Los alegatos de las dos damas inconformes son, por
decir lo menos, absurdos. Las boletas de votación plantearon una competencia
entre mujeres y otra competencia entre hombres, por lo que la votación obtenida
por ellas no puede ser comparada con la de él, por el simple hecho de que fueron
dos contiendas distintas. *** Ángel Rosas ha dado muestras de una extraordinaria
paciencia, pero al mismo tiempo de una férrea determinación. Él cumplió con las
exigencias de la convocatoria y se hizo merecedor al cargo de magistrado. Tiene
la ley de su lado y agotará los recursos que el marco jurídico le otorga para
defender ese importante logro. *** Ese es el carácter que deben mostrar quienes
tengan como encomienda administrar justicia en este país.


Imbuida en la filosofía de que “si quieres que las cosas se hagan bien, hazlas tú
mismo”, la gobernadora Rocío Nahle les ha negado todo protagonismo a sus
colaboradores.
Ricardo Ahued se concentra en la rehabilitación de palacio de gobierno, mientras
que la gobernabilidad del estado sigue a la deriva; Claudia Tello sigue jugando a
“la escuelita”, en tanto que los sindicatos acuerdan de manera directa con la
mandataria estatal.

Rocío Nahle lo mismo reparte medicinas, que dialoga con los alcaldes electos (los
“aliados”, por supuesto, aunque el triunfo de algunos de ellos no haya sido
confirmado aún por los tribunales). La gobernadora es al mismo tiempo abogada,
doctora, maestra y hasta dirigente partidista.
Hubo un tema, sin embargo, que admitió que no dominaba: la ganadería. Pero
hasta para ese rubro tenía una solución: su esposo, José Luis Peña Peña, experto
en la materia.
“Yo le pedí personalmente a mi esposo que me ayudara. En esto ha estado
trabajando y ya se imaginarán, tengo el informe diario, todos los días me habla del
hato ganadero y de todo el tema del campo, pero eso es bueno, porque me estoy
enterando todos los días”, declaró Rocío Nahle en febrero de este año.
Pero resulta que no, que su asesor de cabecera no le informa de todo lo que
sucede con el hato ganadero.
Este jueves, en Acayucan, justo en una reunión con productores agropecuarios,
Rocío Nahle admitió que se había programado una “reunión urgente” con
autoridades federales (Senasica) para conocer la situación real de la plaga del
gusano barrenador.
Apenas horas antes, el miércoles, el Departamento de Agricultura de Estados
Unidos había anunciado que volvía a cerrar sus fronteras al ganado mexicano,
porque encontró un nuevo brote del gusano barrenador en el norte de Veracruz,
en Ixhuatlán de Madero.
“Este viernes convocamos a Senasica para revisar a fondo cómo apareció un
animal infectado en esta zona. Necesitamos trazar la ruta que siguió y saber si
hubo alguna falla en nuestros controles o si el ejemplar llegó desde otra región. Lo
importante ahora es establecer un cerco y actuar con rapidez”, dijo la
gobernadora.
Pues, como dice el clásico: “no quería decir se los dije, pero se los dije”.
En este mismo espacio se ha repetido hasta el cansancio: los puntos de control
han sido el pretexto ideal para fomentar la corrupción. Los inspectores de la
Subsecretaría de Ganadería de Veracruz han impuesto una “cuota” (o “moche”)
para permitir a los transportistas circular por el estado sin pasar a revisión
zoosanitaria. El ganado sigue llegando desde Centroamérica, burlando en algunos
tramos las casetas de control, y en otros sobornando a los inspectores.
De todo eso está enterado (o debería estarlo) José Luis Peña. Si la gobernadora
no estaba enterada, es que no recibe la información completa, como cuando
admitió que no le habían dicho de la operación de una refinería (“que no era
refinería, sino “mezcladora”), o cuando tampoco se enteró que en Las Vigas
acumulaban más combustible del que produce Dos Bocas (esa sí, en algún
momento será refinería).
Los asesores de la gobernadora seguramente son los mismos que los de la
presidente Claudia Sheinbaum, que calificó al cierre de la frontera como “una
decisión totalmente exagerada”, sin tomar en cuenta que cuando se cerró por
primera vez la frontera se había detectado un solo caso de gusano barrenador en
el sur de México (Chiapas) y ahora confirman un caso en el norte de Veracruz,
muy cerca de los límites con Tamaulipas.