Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
No podía ser de otra forma: Ernesto Pérez Astorga, secretario de Desarrollo
Económico y Portuario, admite que son “lamentables” las condiciones en las que
se encuentra la zona industrial más importante de todo el estado (la Ciudad
Industrial Bruno Pagliai) y reconoce que la actual administración de esa zona (a
cargo de Ana Laura del Ángel Olivares) “ya no responde a las necesidades” de las
empresas que ocupan ese espacio. *** Para el funcionario estatal, responsable de
generar las condiciones óptimas para que el capital privado se asiente en tierras
veracruzanas, la solución es dejarle el “paquete” a la autoridad municipal. ***
Ernesto Pérez Astorga, anunció que solicitarán a la próxima presidenta municipal
de Veracruz, Rosa María Espejo, asumir la municipalización de la Ciudad
Industrial Bruno Pagliai, con el objetivo de reordenar y mejorar las condiciones de
este complejo, que actualmente enfrenta un severo deterioro. *** Nada dice, sin
embargo, de la auditoría que ya debió concluir al “Fondo del futuro”, fideicomiso
que tiene, entre otras funciones, la administración y el mantenimiento de la Ciudad
Industrial Bruno Pagliai. *** La propia gobernadora Rocío Nahle ya reveló que ha
sido informada de irregularidades detectadas en esa área, con la existencia de
“nóminas infladas” y la simulación de trabajos de mantenimiento. *** Pérez Astorga
justifica la transferencia de la zona industrial al ayuntamiento, por el hecho de que
“todos pagan” a esa autoridad (el impuesto predial y servicios elementales como el
acceso al agua potable) pero nada dice de las cuotas que les imponen a cada
empresa instalada en ese sector por concepto de “mantenimiento” que se pierde
en la burocracia del Fondo del Futuro. *** Si de verdad quieren solucionar esa
crisis y dar la mejor cara para futuros inversionistas (algunas empresas invitadas
al proyecto de Tuxpan han manifestado su temor de que los terminen
abandonando como a los de Veracruz) es preciso no sólo que se corrijan las fallas
en infraestructura urbana que hoy presenta la Bruno Pagliai, sino que -además- se
identifique y sancione a los responsables de tan graves omisiones.
El diputado Esteban Bautista salió esta semana a desmentir las versiones de una
división en la bancada de Morena en el Congreso local, que pudiera provocar la
escisión de ese grupo parlamentario y la conformación de dos “mini-bancadas”.
El coordinador de los diputados de Morena y, como consecuencia de su amplia
mayoría, presidente de la Junta de Coordinación Política (Jucopo), atribuyó esa
versión a un “columnista resentido” porque no fue aceptada su propuesta de un
convenio de publicidad de 80 mil pesos mensuales.
El desmentido del legislador, sin embargo, atiende apenas a la más reciente
versión de una asonada en su contra. Lo cierto es que, incluso desde antes de
que iniciara la actual Legislatura y de que se dictara “línea” desde la oficina de
Rocío Nahle para elegirlo coordinador de la bancada, ya había un grupo de su
mismo partido que intentaba dinamitar su nombramiento.
Para nadie es un secreto (en Morena no se caracterizan por su discreción) que la
entonces diputada presidente de la mesa directiva, Tanya Carola Viveros
encabezaba un grupo al interior de la bancada que buscaba desplazar a Esteban
Bautista.
Lo cierto es que no creían que tuviera tal cercanía -y respaldo- por parte de la
gobernadora Rocío Nahle y luego de algunos intentos, cuando confirmaron la
solidez de su posición, optaron por buscar espacios en otros terrenos, como la UV
y algunos municipios.
Rocío Nahle encontró en Esteban Bautista al operador político que necesitaba
para dirigir el Poder Legislativo: leal como muy pocos de los que la rodean; con
experiencia y oficio político, pues ha transitado por escenarios tan complicados
como la guerrilla y ha demostrado su capacidad de negociación en el sureste de la
entidad.
Su posición, sin embargo, es ambicionada por actores políticos que se sienten
tanto o más cercanos a la gobernadora, con tantos o más méritos que él y que
contemplan al Poder Legislativo como “el escalón” para estar en condiciones de
competir por el más alto cargo en el 2030.
Tendrán que buscar otra ruta.
Mientras tanto, ya algunos que lo veían con recelo se han dado cuenta de que
Esteban Bautista está siempre dispuesto a escucharlos, a encontrar en el diálogo
las mejores decisiones y se han empezado a acercar a él. Muchos de ellos
formaban parte del grupo que a finales del año pasado pretendían desplazarlo. Ya
cambiaron de opinión.
Una vez superadas las diferencias con la mayoría de sus compañeros de partido,
Esteban Bautista ha concentrado sus esfuerzos en sacar adelante los temas que
más interesan a la gobernadora, pero construyendo consensos y evitando caer en
la tentadora ruta “fácil” del mayoriteo.
Lo que resta del presente año vienen asuntos delicados, en los que el trato
amable del presidente de la Jucopo será fundamental para transitar en los mejores
términos: el informe de la gobernadora, el proyecto de presupuesto para el 2026,
las comparecencias de los secretarios y el relevo en la Fiscalía son algunos de
esos asuntos en los que se valorarán las capacidades de Esteban Bautista.
Ya lo veremos.
Epílogo.
La plaga del gusano barrenador del ganado sigue avanzando por territorio
veracruzano, sin que las autoridades encuentren la solución. *** Los retenes
sanitarios se convirtieron en cuellos de botella y generaron otro problema, la
corrupción de inspectores que le ponen precio a los certificados que se requieren
para transitar con el ganado por las carreteras del país. *** Los reportes de la
presencia de esta plaga se tienen lo mismo en Playa Vicente que en
Ixtaczoquitlán; lo mismo en el sur que en el norte. *** Ha trascendido que
especialistas del Departamento de Agricultura de Estados Unidos (USDA) están
programando una visita a Veracruz para el mes de octubre, pues ya no confían en
los reportes de las autoridades de sanidad animal, ni las estatales, ni las federales.
*** El problema es que la contención del gusano barrenador fue un encargo
personal, directo, de Claudia Sheinbaum a Rocío Nahle. La gobernadora delegó
ese tema en alguien que -asegura ella- “sabe mucho” de ganadería: su esposo
José Luis Peña, pero no se están entregando buenas cuentas al gobierno federal.
*** Dicen que ya hubo “jalón de orejas” para el titular de la Sedarpa, Rodrigo
Calderón, y que “El Potrillo”, Carlos Jiménez, subsecretario de Ganadería, está
tratando de aprovechar la crisis para pegar el brinco en el escalafón. *** Todos
buscan su beneficio y nadie se concentra el lo realmente importante: frenar el
avance de esta plaga.
filivargas@gmail.com
