Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
Bien dicen que las desgracias no llegan solas. Eso lo saben muy bien en Álamo
Temapache. *** Antes de que se sospechara sobre el riesgo de una inundación
como la que les azotó, en ese municipio padecían ya el flagelo de la violencia
criminal. *** Fue en ese municipio donde secuestraron, torturaron y ejecutaron a la
maestra y taxista Irma Hernández. Es ahí donde “levantaron” a otro taxista, quien
se logró escapar y fue rematado en el hospital, junto con su padre. *** Álamo es
un municipio de gente trabajadora, dedicados muchos de ellos al cultivo o la
cosecha de los cítricos. Mientras las fuerzas de seguridad se concentraban en el
auxilio a los damnificados por las inundaciones, las bandas criminales siguieron
haciendo de las suyas. *** La semana pasada, la mañana del jueves, fue
asesinado Javier Vargas Arias, de 43 años, empresario y productor citrícola. Varios
sujetos lo emboscaron en la carretera Álamo-Tihuatlán y dispararon contra la
camioneta en la que viajaba. Recibió al menos siete balazos. Su hermano, Eloy
Vargas Arias, lo llevó de inmediato al hospital de Álamo, pero no sobrevivió. *** Y
mientras los citricultores expresan su descontento por la ausencia de seguridad,
Petróleos Mexicanos (Pemex) hace otra de las suyas: un gigantesco derrame que
contaminó los ríos que dan soporte a los cultivos de la zona y se prevé una severa
crisis para los productores. *** Desdén de las autoridades, omisiones y corrupción,
las causas de los males que hoy padecen en Álamo.
“Anda mal la güera”, dicen que fue la expresión que definió de mejor manera el
momento que pasa la gobernadora Rocío Nahle.
Se entiende el origen de ese mal humor: el regaño -castigo incluido- de la
presidente Claudia Sheinbaum por su tardía reacción frente al desastre natural en
el norte de la entidad. A ello se acumula que, al buscar responsables para
desahogar su rabia, la gobernadora se dio cuenta de que había muy pocos de sus
colaboradores sumados al rescate, y los que estaban ahí, en realidad habían
acudido a la rapiña, material o política.
Pero algo que se sumó a ese mal ánimo de la gobernadora, fue conocer el informe
de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre la Cuenta Pública 2024, que
ubica a Veracruz (el último año de la administración de Cuitláhuac García) como el
gobierno estatal con mayor daño patrimonial del país.
El órgano fiscalizador federal detectó irregularidades por más de 1,114 millones de
pesos en el manejo de recursos públicos, principalmente en las Secretarías de
Salud y de Educación de Veracruz.
El sector salud ya había sido observado en la Cuenta Pública 2023 y en aquella
ocasión la propia Rocío Nahle anunció que había instruido a la Contraloría
General del Estado para que iniciara las denuncias correspondientes.
En esta ocasión, la ASF observó 1,078 millones de pesos del gasto federalizado
transferido al sector salud de Veracruz, de los que no existe comprobación
documental sobre su destino, ni evidencia de los servicios contratados.
Esa es el mayor desfalco estatal detectado por la ASF en todo el país.
No importa quién haya estado al frente de la secretaría de salud en esos dos años
(23 y 24), lo cierto es que quien manejó los recursos de esa Secretaría de llama
Jorge Sisniega, gente de todas las confianzas del operador financiero de
Cuitláhuac García, su primo Eleazar Guerrero.
Pero no fue el único pecado detectado por la ASF. En la Secretaría de Educación
(desde noviembre del 2023 a cargo de Víctor Vargas Barrientos, un testaferro de
Zenyazen Escobar) se detectaron anomalías en los recursos aplicados al Colegio
de Estudios Científicos y Tecnológicos del Estado de Veracruz (Cecytev), con más
de un millón de pesos sin justificar, además de 195 mil pesos del programa de
Expansión de la Educación Inicial.
También hubo observaciones en el
Otros fondos observados incluyen Fondo de Hidrocarburos (3.8 millones de
pesos), el Programa de Agua Potable y Saneamiento (2.5 millones de pesos) y
más de 28 millones en Infraestructura Física y Saneamiento Financiero.
La ASF precisó que los montos observados corresponden a recursos que carecen
de evidencia sobre su aplicación, reintegro o recuperación, lo que representa un
presunto daño patrimonial.
“Está comprobado que la rata fue Cuitláhuac, pero Claudia me regaña a mí y no
me deja meterlo a la cárcel”, sería el razonamiento que habría agudizado el mal
humor de la gobernadora.
Epílogo.
Arianna Ángeles Aguirre es alcaldesa electa de San Andrés Tlalnehuayocan.
Llegó con el respaldo de su partido de siempre, el PRI. No aspira en estos
momentos a ningún cargo. *** Sin interés político, económico o material, recorrió
su municipio, tocó puertas con sus amigos y juntó productos y enseres para
llevarlos a los paisanos de norte que sufren por las inundaciones. *** Rubén
Carrasco, más conocido como “El Coyame”, es un incansable empresario, oriundo
de Juchique de Ferrer; ha competido por cargos de elección popular en su distrito
(Misantla) y no tiene interés alguno en Poza Rica o en Álamo. *** Con los
empleados de sus empresas llevó comida, productos de limpieza y los
implementos para procurar la sanidad de la zona siniestrada. No lo identifica un
color partidista y acudió porque “era necesario”. *** El doctor en Derecho Carlos
Gámez Paredes, radicado en Tlapacoyan. Ha buscado competir por la alcaldía,
pero en Morena no han reconocido su aportación y liderazgo. *** No tiene cargo ni
aspira a nada, pero viajó muchas horas para llevar material de fumigación que -él
lo sabe muy bien- es fundamental para evitar que se propaguen enfermedades en
La Huasteca. *** Esos son sólo tres ejemplos de expresiones espontáneas, de
aportaciones desinteresadas, de veracruzanos que no buscan un usufructo a
cambio de la ayuda. *** Hay muchos casos más, pero también hay de “los otros”,
los que pintan la ayuda con los colores de sus partidos, que les ponen sus
nombres a las despensas, quienes se toman “selfies” en calles llenas de lodo y
que se forman en primera fila (con la “cara sucia”) cada que va la presidente, para
mostrarle que “están trabajando”. *** “Carroñeros”, les llamó la gobernadora.
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