Punto de Vista
Filiberto Vargas Rodríguez
Prefacio.
Jorge Manzo y Rafael Vela, dos de los aspirantes a ocupar la Rectoría de la
Universidad Veracruzana (UV), unieron sus voces para expresar su rechazo a una
eventual prórroga como la que pide el actual Rector, Martín Gerardo Aguilar
Sánchez. *** A pesar de que otra aspirante, Marisol Luna Leal, no llegó a la
reunión convocada para hablar con los medios de comunicación, Manzo y Vela
tomaron la palabra para advertir que una posible continuidad de Aguilar Sánchez
constituiría una agresión a la Ley Orgánica de esa casa de estudios. *** Jorge
Manzo Denes afirmó que el actual Rector es inelegible, ya que no cumple con el
requisito de tener menos 65 años al momento de su designación. *** “No puede
hablar de una prórroga cuando los resultados de la conducción universitaria no
han sido los esperados, ni siquiera los planteados por el propio Rector hace cuatro
años en su programa de trabajo”, dijo. *** Explicó el marco jurídico que se impone
para este proceso: “La Universidad Veracruzana no puede ser rehén de intereses
personales ni de interpretaciones unilaterales. La prórroga que marca nuestra ley
no debe entenderse como un derecho automático. Requiere un nuevo proceso de
designación y el cumplimiento de todos los requisitos ya establecidos ahí. El actual
rector no cumple con el requisito de la edad marcada por nuestra ley, por lo tanto,
es jurídicamente inelegible para un segundo periodo”. *** Rafael Vela, por su
parte, denunció que ha sufrido acoso por parte de técnicos académicos de la UV,
en represalia por su postura crítica frente a la gestión del rector Martín Aguilar. ***
Denunció que hay un subejercicio superior a los 500 millones de pesos en la
institución afirmó que, con la prórroga que pide, el Rector busca evadir la
evaluación de su desempeño. *** “Se pueden evidenciar todos los perjuicios que
ha ocasionado y podría haber cárcel, porque si se demuestra que ha afectado a la
Universidad, cualquier universitario como tercero afectado puede promover una
demanda y dar seguimiento legal al caso”.
Rompiendo todo protocolo y sin respetar un principio fundamental de imparcialidad
que debe privar en un servidor público (más aún en la presidente de todos los
mexicanos) Claudia Sheinbaum utilizó este martes los recursos del gobierno para
“defender” a su partido -Morena- y a las organizaciones políticas que han sido
aliadas en los años recientes (Verde y PT) por el desempeño mostrado en la
jornada electoral del pasado domingo, en Durango y Veracruz.
Con una visión mucho más optimista que la gobernadora Rocío Nahle (“Si el
pueblo se fue por algún lado, pues así tiene que ser, luego se aprende más de los
tropezones”, expresó la mandataria estatal), la presidente pintó un panorama
“favorable” para su partido y para sus aliados.
“Morena-Verde, Morena-PT y Partido Verde, ganaron 112 municipios. O sea,
tenían 103 y ahora tienen 112; gobernaban 60 por ciento de la población y ahora,
van a gobernar 65 por ciento de la población. Así como muy mal tampoco les fue,
¿verdad?, sólo que ahora salieron aliados de manera distinta, pero finalmente son
los tres partidos de la coalición”.
Pero hay un dicho que reza: “Se pueden hacer estadísticas para probar cualquier
cosa, incluso la verdad” y parafraseando a su guía y maestro, Andrés Manuel
López Obrador, “acá tenemos otros datos”.
En principio, cabe aclarar que en estos momentos Morena gobierna en 130
municipios de Veracruz. No perdamos de vista esa labor de zapa realizada por el
entonces secretario de Gobierno, Éric Cisneros para “convencer” a alcaldes que
llegaron por una fuerza política, a sumarse a Morena, con la promesa de que las
necesidades de su municipio serían atendidas.
A partir del 2026 Morena gobernará 71 ayuntamientos, lo que representa una
disminución de 59 municipios (aunque, para su orgullo, ahora ganó el puerto de
Veracruz, la llamada “joya de la corona”).
El Partido Verde gobierna en la actualidad 17 municipios y el próximo año sólo
tendrá 13, esto es, que reducirá su presencia en 4 municipios.
El PRI gobierna 22 ayuntamientos y en el 2026 tendrá 23, por lo que gana un
municipio. El PAN gobierna actualmente 12 municipios y ahora gobernará 34, es
decir crece 22 municipios.
El PT gobierna actualmente seis municipios y el próximo año tendrá 28, por lo que
crecen en 22 municipios. Y Movimiento Ciudadano, el gran vencedor de este
proceso, gobierna actualmente 10 municipios y en el 2026 gobernará 41, por lo
que crece en 31 municipios.
La suma de esta elección da 210 municipios, pero hay uno que llegó como
“independiente” (Zaragoza) y otro en el que aún no se define al vencedor: Tuxtilla,
donde los pobladores prendieron fuego a oficinas municipales y urnas de la
elección.
Cabe recordar que en esta elección municipal sólo fueron en alianza (y parcial,
pues no fue en todos los municipios) Morena y el Partido Verde. Entre esas dos
fuerzas políticas sumaron (de manera individual y en coalición) 84 municipios, a
los que algunos pretenden sumar los 28 ayuntamientos que consiguió el PT, para
conseguir los 112 que presume Claudia Sheinbaum.
Baste recordar que apenas la semana pasada la dirigente nacional de Morena,
Luisa María Alcalde, pintaba un panorama muy distinto: “Tenemos posibilidades de
llevarnos los 212 municipios, porque la gente confía en el proyecto de Morena,
pero seguimos trabajando; hay algunos municipios que todavía gobierna la
derecha, que va a llegar la Cuarta Transformación, es el caso del Puerto de
Veracruz y Boca del Río, tenemos confianza de que se van a ganar”.
Las cosas no salieron así y, como bien dijo Rocío Nahle, “luego se aprende más
de los tropezones”.
Epílogo.
Dos derrotas, dicen, le dolieron más a Rocío Nahle: Boca del Río (pues significó
un triunfo para el “Clan Yunes” y su aliado Adán Augusto López) y Alvarado, pues
su candidato, el único con el que salió abiertamente a respaldar (Polo
Deschamps), fue derrotado por “Beto” Cobos, el candidato de la alcaldesa Lizzette
Álvarez. *** El senador Manuel Huerta fue, sin duda, el militante de Morena más
crítico sobre la forma en la que fueron seleccionados los candidatos de su partido,
y no dejó pasar la oportunidad para hacerlo notar. *** Dijo que “no convencieron” al
electorado y por eso no salió a votar. Hizo un llamado a quienes integran el partido
guinda a hacer un ejercicio de autocrítica porque -dijo- son muchos los factores
que pudieron desanimar al electorado. *** Un factor que influyó, dijo, fue la lucha
contra el nepotismo y el cacicazgo, pues él asegura que esa fue la razón de que
no se uniera el PT. *** Tampoco debe desdeñarse la violencia -admitió- un tema
que debe atenderse con urgencia: “lo que más falta ahora es trabajar la
seguridad”. *** Ya será para la otra.
filivargas@gmail.com