O P I N I O N
“Lo que mal empieza, mal acaba” dice uno de los miles
de refranes populares que se conocen en este país y que
encierra una gran verdad, como lo hacen la mayoría de este
tipo de expresiones basadas en la sabiduría popular.
Refrán que puede aplicarse en forma contundente a la
equivocada llamada “reforma el Poder Judicial” que se está
llevando a cabo en México y que durante este proceso se ha
demostrado por la cantidad de errores e irregularidades que
en materia legal se han y continúan presentándose.
Llegándose en estos momentos a una de las etapas de
mayor importancia dentro del improvisado y atropellado
proceso, como es el dar a conocer las boletas ya impresas
con los nombres de los candidatos a los diferentes cargos en
disputa dentro de este importante Poder, que es uno de los
tres que quedaban como apoyo a la incipiente democracia
que se venía viviendo en esta aun democrática Nación.
Aspirantes que con solamente acreditar unos muy simples
requisitos, que debido a su simpleza fueron motivo de burla
en una de las universidades de mayor prestigio del mundo
(Harvad), fueron admitidos como candidatos a ocupar
cargos de gran responsabilidad dentro del Poder Judicial de
México.
Aspirantes que según la convocatoria fueron analizados
sus perfiles para poder participar por cada uno de los
Comités de Evaluación, que se formaron para la importante
tarea, en cada uno de los tres poderes que integran el
gobierno de la en extinción República Mexicana. Uno del
Poder Ejecutivo, otro del Poder Legislativo y el del Poder
Judicial.
De los cuales los Comités del Poder Ejecutivo y el del Poder
Legislativo por todas las fallas que se conocieron en su
momento, efectuaron el trabajo que tenían encomendado
bastante mal. Siendo que el del Poder Judicial, por las
razones conocidas no concluyo su encomienda.
Llegándose por lo citado, ya en estos momentos a
reconocer por parte de los responsables de la organización,
lo que desde el inicio de la equivocada mal llamada
“reforma al Poder Judicial”, se les advirtió: que una elección
de juzgadores corría el riesgo de tener entre sus candidatos
a personajes de conductas no apropiadas para ser
impartidores de justicia. Tanto por su falta de conocimientos
y experiencia en la materia, como por sus relaciones con
delincuentes. Lo que al paso del tiempo ha venido quedando
demostrado en forma total a través de los diferentes medios
de comunicación.
Y que ahora, los responsables de los Comités de
Evaluación del Poder Legislativo y del Ejecutivo, aunque lo
ban reconocido, por no poder hacer otra cosa, no saben que
hacer. Por lo que optaron por la solución más fácil, pasarle
la responsabilidad el Tribunal Electoral del Poder Judicial de
la Federación (TEPJF) y que esta instancia sea la encargada
de sancionar a aquellos que no cumplan con los requisitos
para poder ser electos, hasta después de la elección (1-
junio-2025). Acción que puede ser impugnada por los
afectados y que seguramente lo harán.
Acciones: tanto la de no haberse dado cuenta que
determinado aspirante no reunía los requisitos para poder
participar en la elección, como la de tratar de quitar el
triunfo que obtuvo en las urnas a cualquier persona, se
prestan totalmente a la especulación.
Realmente quiénes tienen a su cargo finalizar el proceso
de esta equivocada llamada “reforma al Poder Judicial”,
pensaran que los mexicanos que sí asistieron a la escuela y
son pensantes, ¿creen que los Comités de Evaluación
fallaron? Usted qué opina estimado lector. Hasta el lunes.
noti-sigloxxi@hotmail.com (Fech. Púb. Vier. 25-abril-25).
INVITACIÓN: Escúchenos hoy en SIGLO XXI a las 18 hrs. en
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