Prosa aprisa.
Arturo Reyes Isidoro.
En el video se ve a Rocío Nahle y se escucha muy claramente cuando resbala…
verbalmente.
“… me van a seguir viendo porque nos vamos a seguir encontrando. Voy a estar
recorriendo los… este es el 80, me faltan 120 municipios, 122 municipios por
recorrer y nos vamos a seguir encontrando…”.
Sus cuentas no dan. Suma solo 202 municipios cuando Veracruz tiene 212. Se
comió 10. Error imperdonable que seguramente le va a costar varios puntos y
muchos votos.
El pasado 2 de enero, en Coatzacoalcos, al iniciar su precampaña, recordó que es
ingeniera, “y las ingenieras sumamos, no restamos”. Casi 20 días después ella
misma se tropezó y se contradijo.
Como la ocasión la pintan calva, ni tarda ni perezosa la secretaria general del CDE
del PRI, Lorena Piñón, subió a las redes un video donde muestra en cambio como
Pepe Yunes no solo sabe cuántos municipios son sino cómo se llama cada uno, de
memoria.
Las campañas políticas inician el 31 de marzo, por lo que la candidata de Morena
tiene todavía dos meses para empezar a estudiar geografía e historia de Veracruz
si no quiere seguir viéndose mal.
Porque ya en ocasión anterior la tundieron también en las redes sociales ya que
confundió el Golfo de México con la laguna de Catemaco.
Rocío carga con la particularidad de su origen, ser zacatecana, lo que le
cuestionan los veracruzanos que no quieren que los gobierne. No se puede dar,
pues, el lujo de dar muestras de que no conoce el estado que pretende gobernar.
Será desastroso para ella, para AMLO y Cuitláhuac, para Morena y su causa, si en
los debates que se celebren Pepe la pone en entredicho porque no sepa responder
sobre algún detalle del estado que cualquier veracruzano sepa.
Ya no tiene tiempo para intentar recorrer y conocer la geografía estatal hasta en
sus mínimos detalles, pero entonces tiene que tratar de aprender en un curso
intensivo que le preparen exprofeso.
El 15 de junio de 2018, la entonces candidata del Partido Nuevo Alianza a la
gubernatura, Judith González Sheridan, en pleno debate del OPLE le regaló una
caja de bolero a Cuitláhuac García Jiménez.
La mujer le pidió que, aunque fuera, se pusiera a bolear zapatos, ganara algo de
dinero, se fuera a rentar y dejara de vivir en la casa de sus padres, poque “no
puede ser que quiera ser gobernador y aún viva con su papá”, le dijo.
Sería chistoso, pero también cruel (eso creo) que en pleno debate Pepe le regalara
a Rocío un juego de mesa Turista Mexicano para que fuera conociendo Veracruz,
entre otros lugares. Es un caballero y no creo que lo hará, pero quién sabe.
Por lo pronto, ya vemos que la señora cojea en cuanto a conocimiento de la
división territorial y de geografía del estado. O corrige su mal o se cae.
El puente Cuitláhuac
Don Fernando Gutiérrez Barrios decía que si el pueblo decía que era de noche así
fuera apenas medio día, entonces había que encender las farolas.
Era obvio que se refería al juicio popular, que en política no perdona y es
inapelable.
Se acerca ya el fin del sexenio (si nos atenemos al dicho del gobernador de que se
va en octubre, entonces ya solo le restan ocho meses) y el pueblo empieza a
aguzar su fino sentido del humor.
Lo hace cada seis años y lo usa para desquitarse del gobernante que ya se va. No
tiene otra arma para hacerlo, pero es muy letal.
En Xalapa al nuevo puentecito, jorobita, que acaba de construir el gobierno del
estado en Las Trancas, en la salida hacia Veracruz, lo han bautizado ya con el
nombre de Cuitláhuac García.
La razón es porque no resolvió el grave problema vial de la capital y está ahí de
adorno, pero no sirve para nada, “como Cuitláhuac”. El gobernante propuso al
inicio que se llamara Heberto Castillo. Le pongan como le pongan, la gente no
dejará de llamarlo el “puente Cuitláhuac”.
La aguja en el pajar
Corre la última semana completa de enero estando ante la inminencia del cambio
de gobierno.
Ante tantas malas noticias, en especial las referentes al baño de sangre que vive
Veracruz, encuentra uno la aguja en el pajar.
Hace ya casi una semana pasó casi desapercibido un buen anuncio de la directora
general del Instituto de Pensiones del Estado, Daniela Griego Ceballos.
Al anunciar que estaban abiertos los préstamos a los derechohabientes, dijo
también que estaba asegurada la nómina de pensiones por el resto del año.
Para el caso de los préstamos, el instituto dispone de 500 millones de pesos, que
se ejercen a partir de este mes y hasta septiembre. Informó que hasta la fecha han
dado 43 mil créditos.
En cuanto a la nómina de pensionados, importa más de mil 600 millones de pesos,
que incluye el mes de diciembre, para cuando habrá ya una nueva administración.
No cabe duda que el IPE es una institución que está muy bien dirigida y
administrada, lo que se refleja en las cifras, que son frías y duras, pero que no
mienten.
Quise saber más y me enteré. La actual administración recibió la Reserva Técnica
con saldo al corte del 31 de diciembre de 2018 por 1,222 millones de pesos. Al 31
de diciembre pasado, cinco años, después, era de 2,294.6 millones de pesos, o
sea, aumentó casi al doble.
Soy derechohabiente, pensionado, y saber que mi pago mensual está asegurado
me da tranquilidad, como seguramente a los 133,506 de mis ahora compañeros
beneficiados.
Pocas instituciones del gobierno como el IPE.