El problema que tiene el Gobierno Federal actualmente con proporcionar ayuda al millón de habitantes del Estado de Guerrero que quedaron sin nada después del paso del huracán Otis, es la falta de recursos económicos destinados para este tipo de situaciones.
Lo que pasa es que con la eliminación del fideicomiso que era el Fondo Nacional para Desastres Naturales (FONDEN) que existía antes de que entrara en funciones la presente administración federal, el dinero que estaba destinado para este propósito lo utilizaron indebidamente para el Tren Maya y otras actividades de tipo electoral y ahora la partida presupuestal que tienen destinada para esta actividad de contingencia, al no ser un fideicomiso, presenta una serie de trabas de tipo legal para poder utilizar a la brevedad estos recursos, que es la forma en que debe operar la distribución de estos dineros.