Sin tacto
Por Sergio González Levet
Mi condolencia muy sentida para don Guillermo Ortiz Mayagoitia -quien
ha honrado a Veracruz como jurista- por el deceso de su hermana,
la señora Isabel E. Ortiz Mayagoitia, otra misanteca distinguida. DEP.
El próximo domingo 1º de junio, supuestamente los ciudadanos elegiremos a
jueces, magistrados y consejeros del Poder Judicial Federal, en una votación que
será tan inédita como caótica, toda vez que las autoridades electorales no
terminan de ponerse de acuerdo con muchos detalles y puntos importantes para la
celebración de este evento.
Esta renovación de personas juzgadoras -como insisten ciertas feministas en
que les digamos a los jueces- tiene tintes de que será un verdadero aquelarre y
que en el río revuelto cabe la enorme posibilidad de que entren personas sin
merecimiento a posiciones que son muy delicadas y exigentes de honorabilidad. El
sistema de justicia mexicano, con problemas, corruptelas y errores históricos se
mantenía funcional en buena medida gracias al sistema de elección, que exigía la
presentación de exámenes muy difíciles y de un currículum académico destacado.
En el sistema anterior, quienes obtenían cualquier nombramiento en los juzgados
y los tribunales debían demostrar plenamente conocimientos y experiencia en la
materia legal y jurídica.
Ahora, la designación de personas y personos juzgadoras y juzgadoros (miren
lo que nos hacen decir) será a través del voto popular de ciudadanos que acudirán
con pocas ganas (así lo dicen las encuestas serias) y que tendrán que llenar
varias boletas llenas de nombres, por sus candidatos elegidos.
Ante el peligro de que en el sistema judicial se metan por esta puerta trasera
individuas e individuos nada recomendables, la mejor defensa que tenemos los
ciudadanos por el momento, es acudir a las urnas y votar por los mejores perfiles,
por personas preparadas, honestas y con experiencia en la justa aplicación de las
leyes.
Pongo a la consideración de quienes esto leen el nombre del doctor José
Faustino Arango Escámez, quien actualmente es Magistrado del Segundo Tribunal
Colegiado en Materia Civil del Séptimo Distrito, que tiene su sede en Xalapa.
El doctor Arango Escámez comparte la sangre, el apellido y los buenos modos
con un gran político veracruzano, don Alberto Arango, quien fue presidente
municipal de Tuxpan, diputado federal y una persona llena de amabilidad y
educación, a quien sus numerosos amigos extrañan con afecto desde el día de su
sensible partida de este mundo.
De vuelta a nuestro protagonista, Faustino Arango ostenta un doctorado en
derecho por la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, que consiguió con
mención honorífica, igual que lo hizo con la Maestría en Derecho Constitucional y
Amparo en la Universidad Iberoamericana.
Faustino Arango escaló por la vía del esfuerzo en la dura escuela de los
juzgados, en donde fue Oficial Judicial, Actuario Judicial, Secretario de Juzgado
de Distrito, Secretario de Tribunal Colegiado de Distrito y Secretario Técnico del
Consejo de la Judicatura Federal. Son 23 años que ha dedicado a lo largo de su
aún joven su vida y que le han permitido conocer los entresijos pragmáticos y los
laberintos intelectuales de la impartición de justicia.
Varios litigantes consultados se refieren a él como un juez inteligente y justo,
que además emite sentencias jurídicamente irreprochables.
Ahí tiene usted una buena elección para que en el Poder Judicial permanezca
una persona que en un cuarto de siglo de carrera ha demostrado su conocimiento
y su honorabilidad.
El próximo primer domingo de junio acudamos a votar a la elección de
magistrados y magistradas de circuito, federales; tomemos la boleta rosa y
marquemos el número 15 del doctor José Faustino Arango Escámez.
La justicia nos lo agradecerá.
sglevet@gmail.com