AL PIE DE LA LETRA
Raymundo Jiménez
A mediados de la semana anterior, la gobernadora Rocío Nahle ya tenía todo listo para
viajar a la ciudad de Guanajuato como invitada especial para presenciar el “Fandango
monumental: Fiesta de son y raíz”, como parte de la apertura del 53 Festival Internacional
Cervantino (FIC).
Según la crónica periodística de Hernán Muleiro, del diario La Jornada, “con más de 160
músicos en escena, la apertura del FIC hizo honor a su nombre: fandango monumental. Al
comienzo se proyectó un video que exhibió la riqueza y variedad turística de Veracruz,
estado invitado al festival”. Relató que a lo largo de la noche del pasado viernes se
confirmó el dicho de “sólo Veracruz es bello”; también hubo menciones sobre la difícil
situación que atravesaba la región norte de la entidad. Gilberto Gutiérrez Silva, de Mono
Blanco, agrupación de jaraneros formada en 1977, pidió al público “oraciones, cada uno a
su manera, para los pueblos que están sufriendo por las lluvias y el agua en Veracruz”.
El enorme colectivo musical veracruzano estuvo compuesto por los grupos Mono Blanco,
Caña Dulce y Caña Brava, Son de Madera, Ensamble de Percusiones de Xalapa, Trío
Gurdianes de la Huasteca y Cantores del Son. También se presentó el Ensamble
Monumental de Arpas Andrés Huesca. “Fue un imponente despliegue de instrumentos,
desplegados hacia la Alhóndiga sobre el empedrado guanajuatense. Escuchar el sonido de
las múltiples arpas causa admiración hacia los ejecutores, que manejan un toque sutil y a la
vez son capaces de atacar su instrumento con firmeza para sacar el sonido deseado. Fue
esencial el papel de los zapateadores, que en algunas formaciones del son marcan el único
elemento exclusivamente percusivo”, describió.
Destacó las actuaciones de los colectivos musicales infantiles, que dieron muestra de gran
variedad cultural y de formación musical dedicada y precisa. Como parte de los Semilleros
Creativos, impulsados por la Secretaría de Cultura, mencionó el ensamble tradicional de
Son Huasteco, Kuitól Ténék, de Naranjos Amatlán; el Ensamble Tradicional de Son
Huasteco Cántaros de Sol, de Zozocolco, y el Ensamble Tradicional de Son Jarocho, de San
Andrés Tuxtla. “No sólo resaltó la técnica de los niños: su presencia sobre el escenario
confirmó la idea de los músicos mayores del espectáculo, de que la tradición se puede
evocar y contar, pero para que perdure debe plasmarse en prácticas del presente”, reseñó.
Y relató que entre el “Huapango” de Moncayo y una versión multitudinaria de “La
bamba”, sonó “El mundo se va a acabar”, canción admirada en la música mexicana.
“Los versos de los decimeros, creados en el instante y recitados al público, producen rimas
que parecen robadas al aire. Las temáticas abarcan a la audiencia, a Veracruz, pueden
referirse a Agustín Lara y a José Alfredo Jiménez, pero también ser una forma de presentar
a los músicos sobre las tablas. Luego de más de dos horas y media de concierto, la rima
marca el comienzo del final: ‘Ha llegado el autobús / Y que viva Guanajuato / Y también
mi Veracruz’”, finalizó.
¡Lo que habría dado Nahle por estar ahí, en esa mágica noche de fandango veracruzano en
el festival cultural más famoso de México! Pero no contaba con la furia de la naturaleza…
y tampoco parece contar con un gabinete de funcionarios eficientes, capaces de enfrentar y
resolver la crisis social generada por el desastre que provocaron las atípicas lluvias
torrenciales en la zona norte del estado.
Y, aunque formalmente no son integrantes de su administración, pero, ante los embates de
la oposición, tampoco se ha visto ni sentido el arropamiento de la dirigencia estatal de su
partido que encabeza Esteban Ramírez Zepeta, ni la solidaridad del protagónico delegado
de la Secretaría de Bienestar, Juan Javier Gómez Cazarín, quien, en cambio, a finales de
septiembre pasado salió con una brigada de Servidores de la Nación hacia la alcaldía de
Iztapalapa, en la Ciudad de México, para apoyar a las miles de familias damnificadas por
los intensos aguaceros como los que ahora cayeron en Poza Rica, municipio en el que, por
su operación ante los órganos y tribunales electorales, se revirtió el resultado de los
comicios municipales a favor de la diputada local Adanely Rodríguez, postulada por
Morena a la alcaldía pozarricense, cuando el resultado de los comicios habían favorecido
inicialmente al candidato de Movimiento Ciudadano, el ex morenista Emilio Olvera, ligado
al senador del partido guinda, Manuel Huerta.
Y a la senadora Raquel Bonilla Herrera, ex diputada federal por el distrito de Poza Rica que
presume de ser muy cercana a la gobernadora Nahle, ¿alguien la ha visto conteniendo la ira
de los damnificados?
Ayer, lunes 13, en la edición impresa de La Jornada –el diario más afín a la 4T–, Julio
Hernández, autor de la columna política Astillero, publicó que “ha hecho bien la doctora
Sheinbaum al cancelar su agenda dominical y presentarse físicamente en algunos sitios y
dialogar con grupos de damnificados, aunque haya sido difícil a veces”.
“Cumplidos el pasado 19 de septiembre 40 años del sismo que tanto dañó a la Ciudad de
México, una de las lecciones que todo político debería tener en mente ante hechos de gran
tragedia es el no encerrarse en las oficinas y sí vincularse a la mayor brevedad con los
afectados, para no ser rebasados y confrontados por una sociedad que supla la indolencia
del poder, como en aquella fecha sucedió con el tecnócrata priísta Miguel de la Madrid.
“Sin embargo, Sheinbaum tiene condiciones más difíciles que sus antecesores para
enfrentar las consecuencias de estos desastres naturales. En octubre de 2021, el Senado
aprobó la extinción de más de 100 fideicomisos, entre ellos el relacionado con estos
desastres, el Fonden, que operaba la Secretaría de Gobernación.
“En el discurso oficial se asegura que se mantuvo una reingeniería presupuestal que
mantendría dinero disponible a la vez que cancelaría caminos de corrupción crónica en ese
rubro. Seguiría habiendo disponibilidad presupuestal en el mismo Fonden y se creó un
Programa para la Atención de Emergencias por Amenazas Naturales, ahora a cargo de la
Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
“Lo cierto es que, en general, hay una menor disponibilidad de recursos y eso dificulta
emprender acciones de ayuda puntual y clara a los damnificados. Además, la Presidenta no
tiene en los gobernadores a los operadores confiables que se necesitan (Rocío Nahle en
Veracruz, Alejandro Armenta en Puebla y Julio Menchaca en Hidalgo, llegados los tres al
poder a nombre de Morena) e incluso le transfieren cuotas del rechazo ciudadano que ellos
han conseguido”.
¿No será hora de que Nahle le vaya dando una sacudida a su gabinete? ¿Ricardo Ahued
todavía sigue cobrando como secretario de Gobierno? Porque no se vio que operara con el
alcalde de Poza Rica, Fernando Remes, en la atropellada gira de la Presidenta que “batalló
para hacerse escuchar, entre sonoras exigencias de acciones concretas”, según reseñó el
columnista del diario capitalino.
Pero al “Pulpo” Remes, viejo amigo del ex presidente López Obrador por la afición de
ambos por el beisbol, le fue mejor que al presidente municipal de Huachinango, Puebla,
Rogelio López, frente a quien, al escuchar las denuncias de inacción proferidas por los
damnificados, Claudia Sheinbaum expresó que creía más a los señalamientos de la gente
que a la cantaleta del edil de que “se está trabajando”.
AVISO: MAÑANA NO SE
PUBLICARÁ ESTA COLUMNA
Debido a un compromiso ineludible de su autor fuera de Veracruz, esta columna no se
publicará mañana miércoles. Gracias a nuestros lectores y editores por su comprensión.